El Desierto, una etapa enaludible.
El Espítitu llevó a Jesús al desierto para ser tentado por el diablo. De la misma manera que un barco zarpa de un puerto con un rumbo especial, Jesús fué enviado al desierto con un propósito y plan específicos. Jesús fue enviado por el Espíritu Santo, quien estuvo a cargo de concebirlo en el vientre de Maria, de ungirlo en el rio Jordán, de acompañarlo constantemente, de fortalrcerlo en la […]